domingo, 1 de diciembre de 2019

Adviento, tiempo de espera y esperanza.

Son las Antífonas Mayores de Adviento, también conocidas como Antífonas de la O pues es así como empiezan. Estas Antífonas son utilizadas habitualmente en la oración de «Vísperas» (forman parte del Magnificat) de los últimos días del Adviento. El período de tiempo en el cual se recitan es desde el 17 de diciembre hasta el 23 de diciembre.


1. Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo,
abarcando del uno al otro confín,
y ordenándolo todo con firmeza y suavidad:
ven y muéstranos el camino de la salvación.

II. Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel,
que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente
y en el Sinaí le diste tu ley:
ven a librarnos con el poder de tu brazo.

III. Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos;
ante quien los reyes enmudecen,
y cuyo auxilio imploran las naciones:
ven a librarnos, no tardes más.

IV. Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel;
que abres y nadie puede cerrar;
cierras y nadie puede abrir:
ven y libra a los cautivos
que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

V. Oh Sol que naces de lo alto,
Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia:
ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

VI. Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos,
Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo:
ven y salva al hombre,
que formaste del barro de la tierra.

VII. Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro,
esperanza de las naciones y salvador de los pueblos:
ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.


Post Data: Empieza el Adviento que es, no lo olvidemos, tiempo de preparación para la Venida del Redentor. Esta Venida, siendo una, es dual pues se funde en ella el Nacimiento de Jesucristo, que fue concebido por el Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen, con Su segunda Venida en los tiempos finales de este mundo que pasa. Es, pues, un tiempo de espera y esperanza para los cristianos, y con ese espíritu amanece el nuevo año litúrgico dando contenido esencial a las cuatro semanas que nos restan para la Navidad. El Adviento nos invita a estar atentos, a permanecer en vela; nos exhorta a dejar entrar a Nuestro Señor en nuestro corazón, a nacer y señorear en él. El Adviento nos lleva camino a Belén en medio de un mundo enloquecido que se queda adorando el solsticio, dando portazo al Niño Dios. ¡Vayamos a Belén! ¡Caminemos con alegría y esperanza pues nos va a nacer el Salvador, Jesucristo!

6 comentarios:

  1. Confieso que no conocía las Antífonas y con tu permiso te las "cojo prestadas" pues me han gustado mucho.Hoy en misa el sacerdote nos ha dicho que hay que permanecer en vela con esperanza y alegría durante este tiempo de Adviento.Saludos cordiales

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    1. Tuyas son, Charo. También yo las he tomado prestadas, son un tesoro devocional y también literario. Se desconoce el origen exacto de las antífonas de Adviento, aunque Boecio ya hacía referencia a ellas entre los siglos V y VI.

      También me ha dado la idea para la post data la homilía de hoy del sacerdote de mi parroquia. Empieza un periodo maravilloso de espera y esperanza. ¡Vayamos a Belén! Saludos cordiales.

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  2. Qué hermosas que son las Antífonas de Adviento. Preparemos nuestro corazón como un pesebre para nuestro Divino Redentor. Ven Señor Jesús.

    Gracias hermano. Saludos en Jesús y María.

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    1. El corazón, ese es el lugar principal donde debe lucir el Pesebre con todo su significado, Eugenia. Estoy de acuerdo contigo. Las luces que adornan nuestras moradas son el reflejo gozoso de la Luz que anida en nuestro corazón, que es la Luz de Jesús. Saludos cordiales en Jesús y María, hermana.

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  3. Hermoso post data.Dejar en nuestro corazón al Niño Dios encarnado nacer y señorear en él.Abrazos fraternos

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    1. La Natividad del Señor o sucede en nuestro corazón, en nuestra mente y en todo nuestro ser o no sucede y entonces sólo son dulces y luces. Roguemos por ello. Abrazos fraternos.

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