Tras la fecundación, si los cromosomas aportados por la madre y el padre dan lugar a una pareja XX, será niña. Si acaba siendo XY, será niño. Esa niña llegará a mujer y ese niño a hombre, dándose la circunstancia de que podrán unirse en el futuro y darán lugar a otro par XX, que será niña, o a uno XY, que será niño. Esto ocurre porque hombres y mujeres se atraen y, por consiguiente, la especie no se ha extinguido. Viene siendo tal cosa desde la noche de los tiempos, lo cual siempre ha sido superfluo afirmarlo, por obvio.
Obvio pero discutido. Un beso
ResponderEliminarAhora se discute hasta que se camina de pie y se duerme dormido. Saludos.
EliminarEl gran milagro de la vida que espero siga así hasta el fin de los siglos.Saludos
ResponderEliminarEspero lo mismo. Leía hace poco la iniciativa de unos científicos por crear un útero artificial que pueda gestar, desde el principio, al ser humano. Las feministas aplauden la idea porque, dicen, la maternidad es una cadena insoportable para su libertad. Parece que el Mal avanza a grandes pasos y ya no le hacen falta escondites ni disimulos. Saludos
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