Eran conocidos los establos de Augías por la suciedad acumulada, nunca habían sido limpiados. A Heracles se le encomendó la limpieza de los mismos en cumplimiento de lo que sería su quinto trabajo. Euristeo le encargó esta extraña misión con el fin de humillarle y ridiculizarle, pues tal era la cantidad de excrementos acumulados en los establos que era prácticamente imposible limpiarlos en un solo día. Así, el gran Heracles, vencedor de terribles monstruos y hazañas heroicas, caería humillado ante una tarea tan denigrante. Pero el astuto héroe cumplió su trabajo abriendo un canal que atravesaba los establos y desviando por él el cauce de los ríos Alfeo y Peneo, que arrastraron toda la suciedad.
Hoy, al buen héroe griego no le hubiera bastado para limpiezas más actuales ni el desvío de toda la cuenca hidrográfica nacional, de lleno y confluyendo en el mismo punto.
No hay agua suficiente. Un beso
ResponderEliminarAdemás de contaminar sin remisión todo el suelo español. Saludos cordiales.
EliminarSería cuestión de probar abriendo un canal muy grande y desviando los dos mares y el océano que nos rodean hacia dicho canal pues cómo bien dices con los ríos no sería suficiente.Saludos cordiales
ResponderEliminarFrancamente, tal y como está el panorama no le veo solución. Han convertido la política en un cortijo; hacen y deshacen, convocan elecciones y eluden las responsabilidades por las cuales les pagamos el sueldo como les da la real gana. Nos llaman estúpidos a la cara y todavía somos capaces de atender a sus peroratas. Saludos cordiales.
EliminarMuchas gracias por tu amable visita.
ResponderEliminarUn placer llegar hasta aquí.
Un abrazo.
Bienvenida, Amalia. Las estampas otoñales que has puesto en tu página, así como el poema de Juan Ramón Jiménez, me han encantado. Saludos cordiales.
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