Señor, imploramos tu misericordia
por las veces que te hemos traicionado poniendo una vela a Dios y otra al diablo;
con el corazón contrito nos postramos a tus pies implorando tu perdón
por las veces que no hemos defendido tu Santo Nombre, y el de tu Esposa la Santa Iglesia,
de blasfemias, de calumnias, de insidias, de vejaciones, de profanaciones;
humillados, Señor mío y Dios mío Jesucristo, lloramos nuestra cobardía
por las veces que, por no perder el favor de este mundo inicuo, hemos callado la defensa
de tu Madre y Madre nuestra, la Santísima Virgen María,
y de tu padre adoptivo y padre espiritual nuestro, el bendito San José.
Perdón Señor por nuestra tibieza.
Me uno cómo pecadora que soy a tus peticiones de perdón.Saludos
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