sábado, 24 de septiembre de 2022

Un mundo de fugitivos

Fragmento de una predicación del P. Raniero Cantalamessa (En su homilía celebrada el Viernes Santo del 2018 en la Basílica Vaticana)

"No, el mundo que no hay que amar es otro; es el mundo tal como ha llegado a ser bajo el dominio de Satanás y del pecado, «el espíritu que está en el aire» lo llama san Pablo (Ef 2,1-2). Un papel decisivo desempeña en él la opinión pública, hoy también literalmente espíritu «que está en el aire» porque se difunde por el aire a través de las infinitas posibilidades de la técnica. «Se determina un espíritu de gran intensidad histórica, al que el individuo difícilmente se puede sustraer. Nos atenemos al espíritu general, lo consideramos evidente. Actuar o pensar o decir algo contra él es considerado cosa absurda o incluso una injusticia o un delito. Entonces ya no se osa situarse frente a las cosas y frente a determinadas situaciones, y sobre todo en la vida, de manera diferente a como se las presenta»

Es lo que llamamos adaptación al espíritu de los tiempos, conformismo. Modernismo. Un gran poeta creyente del siglo pasado, T.S. Eliot, escribió tres versos que dicen más que libros enteros: «En un mundo de fugitivos, la persona que toma la dirección opuesta parecerá un desertor»

Queridos jóvenes cristianos, si se le permite a un anciano como Juan dirigirse directamente a vosotros, os exhorto: ¡Sed de los que toman la dirección opuesta! ¡Tened la valentía de ir contra corriente! La dirección opuesta, para nosotros, no es un lugar, es una persona, es el Hijo de Dios Nuestro Señor Jesucristo; nuestro maestro, amigo y redentor."

P. Raniero Cantalamessa 

4 comentarios:

  1. A contracorriente fue mi primer nick. Un beso

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    1. A estas alturas hay que ir así, sopena de "agradar" al mundo, cosa que, ya lo dijo Jesucristo, es muy mala señal. Saludos cordiales.

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  2. Hoy en día hay que nadar en contra de la corriente corriente aunque seamos mal vistos aquí en la tierra pero sabemos que así elegimos a Jesús cómo compañero de vida eterna.Saludos

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    1. No hay otro camino que el Camino estrecho del Señor, ya nos lo dijo Él mismo. Y se opone a él el camino ancho que lleva a la perdición, esto es, que sigue al mundo y sus sombras. Saludos cordiales.

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