lunes, 4 de noviembre de 2019

No es moralmente aceptable.

Suele ser habitual que el católico se muestre reacio y desganado a la hora de hablar de política, entiendo esa actitud porque la comparto, estoy en ella y me cuesta un mundo pronunciarme sobre la mediocridad de unos políticos que están en cualquier cosa salvo en la que debieran estar, esto es, el bien común de la polis.

Dicho eso, es moralmente irresponsable no denunciar el peligro que se cierne sobre la comunidad política de la que formamos parte cuando este peligo es evidente y afecta de lleno al futuro de nuestros hijos. ¿Qué puede esperar España de un gobierno formado y apoyado por socialistas, comunistas, secesionistas catalanes y secesionistas vascos, incluidos en este gupo los que recogen las nueces de los tiros en la nuca y los herederos de quienes apretaban el gatillo? Esta pregunta basta por sí sola para ponernos los pelos como escarpias.

No, no es moralmente aceptable para el católico el encogimiento de hombros ante la que está cayendo y ante la que puede caer. Porque la religión y la política son ámbitos distintos, sí, aunque no separados, pues como el hombre religioso y el ciudadano se unen en la misma persona está llamado a cumplir tanto sus deberes religiosos como sus deberes sociales, económicos y políticos.

10 comentarios:

  1. Es una obligación, en efecto. Y hay partidos que no son elegibles: ni comunistas ni masones ni separatistas ni terroristas. Descartados estos, si queda alguno... podemos votar. De no quedar ninguno, lo mismo resulta obligado crear un partido válido como opción para un católico.

    Elegir el menos malo es sin duda un PECADO MORTAL si ese partido es pro aborto en cualquier grado, etc. Medito muchas veces si no está excomulgada la jerarquía católica española al votar al PP después del gobierno de Aznar, que no hizo nada por derogar tamaña abominación humana. Demostraron ser cómplices y que sólo desean el culto al Dinero, la economía y resto de cosas que nos serían dadas por añadidura si tuviéramos leyes conformes a la Voluntad de Dios. Los obispos que votan PSOE, que los hay, pues ni deseo conocer tamaña conciencia laxa.

    En Navarra he tenido UPN y ahora en Santander tengo VOX, y si suben a gobernar y no cambian lo que hay que cambiar...no los volveré a votar.

    El voto útil es un adulterio pequeño, un asesinato benigno, un robo caritativo, una mentira piadosa... un vómito más de Satán.

    Abrazos fraternos.

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    1. Eso está claro y estamos de acuerdo: si incumple lo que promete (VOX) se acabó lo que se daba. Sobre los demás es obvio que son franquicias modernas de la masonería y sus planes, además es bastante obvio en los dos grandes partidos, Psoe y Pp: el primero aprueba leyes aberrantes y antinatura y el segundo, cuando llega, se dedica a parchear los desastres económicos del primero y a NO TOCAR ni una coma de esas leyes, que son leyes contra Dios.

      Dicho eso, y a pesar de dar mi voto a Vox (de momento), tampoco acabo de tenerlas todas conmigo respecto a ciertos puntos de su programa: me parece demasiado liberal (y aquí siempre recuerdo a León XIII y su Doctrina Social). Pero bueno, es lo mejor que tenemos hoy día si exceptuamos alguna fuerza absolutamente marginal y con cero posibilidades de rascar algo. Abrazos fraternos.

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  2. Estoy de acuerdo contigo. Un beso

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  3. Totalmente de acuerdo en lo que dices y yo también estoy temblando por lo que nos puede venir encima.Saludos

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    1. Esperemos que tengan dificultades en poner en marcha sus planes, que son bastante negros y siniestros. Saludos cordiales.

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  4. Más allá de la política o la religion, a mi entender hay que ser buena persona.
    De nada sirven los títulos, dogmas o nombramientos si el ser humano pierde vista lo esencial
    Saludos.

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    1. Buena persona hay que ser siempre, cierto. Saludos cordiales.

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  5. A ver, definición del núcleo mismo de la actividad política, a saber: "trincar" poder / ampliar poder / no perder poder. ¿Hacen más cosas?, pues sí, por supuestísimo que sí, pero supeditadas al núcleo (que lo primero es lo primero)

    Fieras, payasos, funambulistas, engañabobos, domadores...

    Y entretienen al personal (que no es poco y tiene su valor)

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    1. Pues no va usted desencaminado del todo, señor celebrador. Pero creo yo que hay un núcleo más interior o fundamental que ese, a saber, la correspondencia entre la acción política y la presencia de Dios en el corazón del político. Sin esa presencia el núcleo al que usted se refiere cobra protagonismo (lo vemos todos los días en nuestras sociedades), y sin la presencia de Dios en el corazón de las personas no dedicadas a la política, los políticos a los que usted se refiere son posibles (porque quienes les votan son esas personas no dedicadas a la política que han extirpado a Dios de su vida, convirtiéndola en comedia). Saludos cordiales.

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