La mugre del camino y la Luz del sendero.

Los peregrinos que caminan los senderos de este mundo, por hollar sus caminos, también deben limpiar el polvo que se adhiere a las suelas de sus sandalias. Al hacerlo, se fijan en la mugre que ha quedado adherida en las plantas de sus pies, no queda otra. Pues bien, mirando la porquería y el hedor que desprende el barro patrio en estos tiempos negros, el común de los mortales no lobotomizado se pregunta:

Presidente, ¿era preciso anteponer la ideología a la salud de los ciudadanos?

Presidente, una juez de Madrid ha abierto diligencias contra miembros de su gobierno por un delito de prevaricación administrativa al que podrían sumarse otros delitos, como, por ejemplo, el delito de lesiones por imprudencia profesional. Todo ello por haber permitido la "manifestación" ¿feminista? del 8-M, a pesar de las advertencias en su contra y con las evidencias que ya tenemos sobre la mesa que demuestran que antes de esa fecha ya se habían producido infectados a gogó. ¿Tendrá los arrestos suficientes como para largarse a su casa después de todo esto?

Nota: Después de todo esto nada volverá a ser como hace un mes escaso. Veo en el horizonte la ocasión perfecta para edificar un gobierno mundial con la excusa de "prevenir" futuros desastres, epidémicos, medioambientales o poblacionales, me da igual. A la luz de los movimientos internacionales y de las fachadas que justo apuntan a lo contrario, como todo buen juego de espejos que se precie de serlo, apenas tengo dudas razonables sobre ello: se propondrá, siempre por "nuestro bien", un sistema mundial de toma de decisiones, pero esta vez a cara descubierta y no oculto en diabóĺicos conciliábulos masónicos. Un sistema que demandará una religión basada en el mínimo común denominador de todas las confesiones del orbe; una religión global cuya función sea psicológica, es decir, la de amansar y tranquilizar a las masas. Una arquitectura, en suma, que tendrá, primero, un grupo de burócratas responsables y, más tarde, una voz y un espíritu unipersonal al mando. ¿A qué les suena?

Urge tener nuestros papeles en regla, el candil encendido y el rosario en la mano; urge tener a Cristo y a María en nuestros labios y en el centro de nuestro corazón. Urge consagrarse por entero a Nuestra Madre del cielo y a Su Hijo Nuestro Señor Jesucristo. No se anden con adormideras ni vanas esperanzas ancladas en este mundo que pasa, son humo. Por lo demás, este "suceso planetario" (y no local, como siglos atrás), sirve también para ver la calidad de nuestros aceros; de lo que llevamos al cinto: ¿desde cuándo un cristiano que lo sea se arrastra como un gusano ante la evidencia y los paseos de la Parca? Oren, oren con el corazón y no con la inercia de la costumbre. Atardece y las sombras del bosque se alargan. Nuestra alegría, nuestro gozo y nuestra esperanza, que son grandes y firmes, están en el Padre, y en el Hijo, y en el Espíritu Santo. Están en la bendita Virgen María, Arca de la Alianza nueva y eterna.