La Cosa Nostra.

¿Se han fijado ustedes en el soberbio uso de los universales que hace nuestra izquierda patria? No tienen desperdicio.

Si salta el caso de un religioso abusador de menores, entonces ponen el acento y subrayan la catolicidad del abusador, pero si un diablo mahometano se hace estallar llevándose a unos cuantos por delante o se casa con una niña de 8 años, entonces apelan al universal de turno y dicen que "todas las religiones" son nefastas para la sociedad.

Si se pilla a un partido no de izquierdas robando a la cosa pública, entonces sus sabuesos mediáticos, altavoces falderos de la izquierda patria, llevan a sus portadas el caso de corrupción por semanas y meses e incluso hacen lo posible por defenestrar al líder del partido corrupto en cuestión. Pero si son ellos los pillados (y sentenciados) por robar incluso los fondos destinados a los parados, entonces "el bipartidismo" es el culpable; o la culpa la tiene el representante de tal comunidad autónoma y sus secuaces próximos pero no el Partido; nunca el Partido, aunque el ladrón fuera el Partido y además lo fuera por más de 20 años de fechoría constante y sostenida comprando votos a base de crear redes clientelares; estructuras mafiosas de poder y desde el Poder para perpetuarse en el Poder al estilo de la Camorra napolitana.

Que esta gente no tiene vergüenza ni escrúpulos ya lo sabíamos, no es nuevo. Que estos bárbaros marxistas han estado detrás de los males que han asolado a nuestra nación a lo largo del último siglo, también lo sabemos y no es nuevo. Ahora bien, que sus votantes escondan la cabeza en un hoyo, como los avestruces, y se pongan a llorar por las esquinas apelando a universales tales como "la naturaleza humana", "la insoportable levedad del ser", "las nubes que cubren el otoño esperando reverdeceres primaverales" o "el efímero color de las rosas (socialistas)", eso ya es harina de otro costal. Porque si bien los profesionales del robo institucionalizado viven y se lucran de ello, los ciudadanos que esquivan, callan, ningunean o "medioentienden" las fechorías de su Partido de referencia se parecen a aquellos "demócratas" que loan la libertad siempre y cuando sea la suya y se corresponda con sus aberrantes modos antinatura de entender la sociedad. Que se respete, sostienen, la libertad de una mujer para matar al hijo que crece en sus entrañas pero no la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos, por ejemplo. O se parecen a aquellos estúpidos que no contentos con hacer estupideces pretenden que los demás veneremos su estupidez como "norma de conducta, opinión y pensamiento político moralmente superior". Pues bien, así es la izquierda que padece y asola a España, sectaria, llorona, filibustera, ruin, tramposa, hipócrita y muy mentirosa.