lunes, 10 de febrero de 2020

No nos es lícito callar, aunque duela.

Mons. Sánchez Sorondo con el Papa Francisco.
Es la reproducción, traducida al español, de la entrevista realizada por la periodista Diane Montagna el pasado 6 de febrero a Mons. Sánchez Sorondo, hombre de confianza del Papa Francisco. He tomado la entrada de la web Wanderer (clicar aquí).

El tema de la entrevista es la visita al Santo Padre del Sr. Alberto Fernández, Presidente de Argentina, varias veces divorciado y pro-abortista declarado, y la señora que vive con él en clara situación de concubinato. Ambos dos recibieron la comunión (esto es, el sacramento de la Eucaristía), de manos de Mons. Sorondo. La Eucaristía se realizó en las grutas de la Basílica de San Pedro el pasado 31 de enero a las 8:00 de la mañana antes de la reunión de Fernández con el Papa Francisco. El hecho de por sí es gravísimo, pero esta entrevista aporta luz (siniestra, por cierto) al suceso al explicitar, de boca del Monseñor, la postura que al respecto se defiende desde Roma y varias conferencias episcopales alrededor del mundo. Hacia el final de la entrevista, Monseñor llama "fanática" a la periodista ¿y por qué? Por defender ésta la postura según la cual no es posible dar el Sacramento de la Eucaristía a dos personas que viven en situación de pecado mortal. Por supuesto, me solidarizo con la valiente periodista católica y confieso mi condición de "fanático". Yo también soy un "fanático" porque, lo admito, sigo viendo el pasto de color verde y no azul. La entrevista fue publicada en forma completa al día siguiente en el sitio estadounidense Life Site.


[…]

Diane Montagna (DM): Quiero preguntarle sobre otra cosa y es acerca de la reciente visita del presidente argentino al Papa. Causó escándalo el hecho de que usted le diera la comunión a él y a su amante porque se sabe que es proaborto, y que no está casado con esa mujer pero viven juntos. Ellos recibieron la comunión.
Bishop Sorondo (BS): Esta es otra discusión de su país. Nosotros no tenemos ese problema.
DM: ¿Cómo le pudo dar la comunión? Es Jesús, Es Jesús. Viven en adulterio abierto y apoya el aborto.
BS: Perdón, perdón, pero ¿usted conoce el Derecho Canónico? ¿Conoce el Derecho Canónico? Tenemos que seguir el Derecho Canónico, no la opinión de algunos obispos. Y el Derecho Canónico dice que no puedo no dar –que estoy obligado a dar la comunión si alguien me pide la comunión. Sólo en el caso en que estuviese excomulgado. El presidente no está excomulgado, por lo que puedo darle la comunión si me pide la comunión.
DM: Pero apoya el aborto…
BS: No tiene nada que ver. Nadie dice que no deberíamos darle la comunión a políticos pro-aborto. Esta es la opinión de algunos obispos de su país, pero no es la opinión de la Conferencia Episcopal.
DM: El Cardenal Raymond Burke.
BS: ¡El Cardenal Burke!
DM: Pero la Conferencia Episcopal no tiene ninguna autoridad.
BS: El Papa no dice esto. El Papa Juan Pablo II dio la comunión a toda la gente que está a favor del aborto –a todos los presidentes. Entonces… esta es sólo la opinión de Burke.
DM: No… hay otros.
BS: Tal vez dos o tres, pero no es la opinión de la Conferencia Episcopal de Argentina. No es la opinión de la Conferencia Episcopal de Italia. No es la opinión del Papa.
DM: Entonces cualquiera, incluso quien vive en escándalo público abierto y grave, puede ir a comulgar, y usted como sacerdote no puede decir “Lo siento, pero…”
BS: ¡Sólo si está excomulgado!
DM: Pero ¿qué pasa si se excomulga a sí mismo por su acto público de escándalo?
BS: ¡No está excomulgado! La excomunión es una sentencia muy grave y requiere ser informado de que se está excomulgado. Usted no puede excomulgar a una persona.
DM: No, ya lo sé.
BS: Sólo el Obispo.
DM: Lo sé, pero él está viviendo con esta mujer, están viviendo en abierto adulterio…
BS: Es un problema de su conciencia. No es mi problema. No tengo la posibilidad de decir que no.
DM: Pero no sería la oportunidad por el bien de su alma…
BS: Ustedes tienen el mismo problema en su país con el vicepresidente de Obama, ¿no?
DM: Biden
BS: Biden
DM: Exacto, y Pelosi. Pelosi promueve abiertamente el aborto y se llama a sí misma “católica”.
BS: Entonces, es su problema, de nuevo. Es su práctica. Es problema de sus obispos, pero no es un problema de la Iglesia.
DM: Pero la Eucaristía es Jesús. ¿Cómo puede usted dar a Jesús…
BS: Yo creo en la conciencia de la gente. Si la gente me pide la comunión yo no sé si está o no en pecado. No tengo la posibilidad de saber. Tal vez hoy mismo fue a confesarse, y no quiere tener relaciones con esta mujer. Hay muchas preguntas que son imposibles de resolver de esta forma.
DM: Lo sé, pero en este caso era público… circuló en todos los medios que el presidente argentino, que todos saben que es pro-aborto…
BS: Fue ejemplar que la primera cosa que dijo e hizo mientras estuvo en Roma fue hablar con el Papa y en la mañana, que haya querido ir a Misa. Y yo organicé la misa.
DM: Es maravilloso que vaya a misa.
BS: Y yo no sabía si quería ir a comulgar. Me pidió la comunión y yo no tenía ninguna razón para decir que no.
DM: ¿Ni siquiera si es pro-aborto y quiere aprobar legislación a favor del aborto?
BS: No, no es una razón para negar la comunión de acuerdo con el Derecho Canónico.
DM: ¿Sabe qué canon es?
BS: Sí, puedo darle los cánones. Son tres. El primero dice que estamos obligados a dar la comunión a personas que pidan la comunión. Hay solo una excepción que es cuando la persona está excomulgada. Por supuesto, hay algunos cardenales como el Cardenal Burke, pero es la opinión del Cardenal.
DM: Bueno, pero el conoce lo que dice el Derecho Canónico. Es decir, él fue cabeza de la Signatura Apostólica.
BS: Sí, pero es su interpretación del canon. No es la interpretación común de la Iglesia. Es sólo su interpretación que también va en contra de la Conferencia Episcopal Americana.

[…]

DM: Pero hubiese sido una oportunidad. Esto era un escándalo público. El hecho de que un presidente pro-aborto que duerme con su amante…
BS: Eso dice usted…
DM: ¡Vive con su amante!
BS: No lo sé. No lo sé
DM: Todo el mundo lo sabe. Ella vive con él. Ella actúa como Primera Dama.
BS: No lo sé.
DM: ¿Cómo puede no saberlo? Usted es argentino.
BS: Mire, este es el problema. No es mi problema. Y no tengo ninguna razón, ninguna razón canónica, para decir que no. Entonces, ¿qué puedo hacer?
DM: ¿Buscaría usted la oportunidad de advertirle, antes o después de la Misa? Antes de la misa, si quiere ir a Misa. Esto fue todo organizado…
BS: No, no tengo la oportunidad de hablar.
DM: Usted es el sacerdote. Puede hacer lugar a la oportunidad. Fue organizado…
BS: No diré más. No diré más. Tal vez en el futuro tenga la oportunidad de hablar.
DM: Porque estas cosas son organizadas. No es que simplemente se apareció en misa.
BS: Muy bien, gracias por esto.
DM: Sólo estoy pensando en el bien de su alma –y en el bien del alma de ella. San Pablo es muy claro acerca de que podemos comer nuestra propia condenación (cf 1 Cor. 1:29)…
BS: Sí, pero San Pablo también es muy claro al decir: “mi único juez es mi conciencia”. Lo dijo San Pablo.
DM: No, no es así. Él dijo, el Señor es mi juez. Dijo: “Ni yo puedo juzgarme a mi mismo. El Señor es mi juez” (cf. 1 Cor. 4:4).
BS: El Señor es mi juez, pero el Señor está en mi conciencia.
DM: No necesariamente si no tenemos…
BS: No está en la conciencia del Obispo o del cardenal.
DM: Pero si uno no tiene una conciencia bien formada donde la gracia divina realmente esté activa, entonces su conciencia probablemente le esté mintiendo. El oscurecimiento del intelecto…
BS: Esa es su interpretación. Perdón, pero no quiero continuar hablando con usted porque usted es completamente… y sólo quiere generar polémicas. Debería estar muy contenta y decirle a su Cardenal Burke: “Mire, el presidente [de Argentina] va a misa”. Esto es lo importante. Y su presidente no va a misa.
DM: ¿A qué se refiere con mi presidente?
BS: Dígale eso.
DM: ¿Mi presidente sería el presidente Trump?
BS: Sí. Él no va a misa.
DM: Pero no es católico. No es católico.
BS: Exacto. Esa es una gran diferencia.
DM: No es católico, pero el presidente Trump en enero fue el primer presidente en asistir a la Marcha por la Vida con miles y miles de jóvenes.
BS: Sí, claro… para obtener los votos de los católicos. Para obtener los votos de los católicos. Dígale esto al Cardenal Burke. Y de hecho, he escuchado que el Cardinal Burke se opone al Presidente Trump.

[…]

BS: Por favor señorita, entienda las ideas católicas y no sea una fanática, no sea fanática.
DM: Está bien…
BS: Si quiere seguir hablando conmigo, no sea fanática. Trate de usar la razón.
DM: Lo hago. Muy Bien. Muchas gracias.



Post Data: Mons. Sorondo alude al derecho canónico para justificar su postura. Veamos lo que dice el Código de derecho canónico sobre el particular:
915. No deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave.
 Parece que Monseñor ha "olvidado" la última parte del art. 915 y que he puesto en negrita.

Copio también un fragmento de la Carta del Cardenal Ratzinger, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigió a los obispos de Estados Unidos en relación a dar o no el Sacramento de la Eucaristia en determinados casos.
"Cuando la cooperación formal de una persona se hace manifiesta (entendida, en el caso de un político católico, como una campaña y votando constante a favor del aborto y las leyes de eutanasia), su pastor debe reunirse con él, instruyéndole sobre las enseñanzas de la Iglesia, informándole que no debe presentarse para la Sagrada Comunión hasta que ponga fin a la situación objetiva del pecado, y advertirle que de lo contrario se le negará la Eucaristía."

4 comentarios:

  1. Más claro agua. No se puede defender lo indefendible. Un beso

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    1. No les queda otra si quieren buscar, siguiendo la fórmula de los masones, "lo común a todas las religiones". Lo cual pasa, naturalmente, por la apostasía de las grandes Verdades del Catolicismo que, recordemos, es la única Religión Verdadera. Saludos cordiales.

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  2. Cuanto ha cambiado la Iglesia en estos últimos años, se está volviendo cada vez más permisiva en asuntos que son o eran intocables.Está clarísimo lo que dice el Derecho Canónigo y Monseñor Sorondo se lo ha omitido a la periodista...Nos está tocando ver grandes cambios inexplicables y me da pena pensar todo lo que nos va a tocar ver todavía.Saludos

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    1. Es que no les queda otra en su plan para aunar las diferentes ramas del cristianismo. Los protestantes no creen en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía (Transubstanciación); no creen en la Realeza y Mujer digna de toda adoración de la Madre de Dios, la Virgen María; no creen en la conveniencia del celibato sacerdotal; no creen en las congregaciones de mujeres que se consagran a Dios; no creen en la Comunión de los Santos; no creen en el Sacramento de la reconciliación (confesión)... Con todo ello sobre el tapete, las renuncias serán muchas y profundas, con el tiempo modificarán el Catecismo y relativizarán los sacramentos, aceptarán oficialmente que cualquier religión es un camino válido para llegar a Dios. Al tiempo. Y como dices, ¡lo que nos queda por ver! Roguemos a Dios Nuestro Señor y a Su Santísima Madre. Saludos cordiales.

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